Métodos de clasificación de la madera estructural

La madera estructural es uno de los pilares que sostiene muchas construcciones. Su selección y tratamiento no solo definen la estabilidad y durabilidad de la obra sino también su estética y su comportamiento ante el fuego, humedad y otros agentes externos. En España, la clasificación de la madera estructural se rige por la norma UNE-EN 338:2016l, estableciendo un sistema de clases resistentes que determina la capacidad de carga y resistencia de las piezas de madera.

Clasificación según clases resistentes para madera aserrada

A la hora de realizar los cálculos para la construcción de cualquier estructura de madera es necesario conocer qué maderas estructurales existen y qué clases resistentes disponen los almacenes o aserraderos. Cada clase resistente va asociada a unos valores característicos de resistencia, módulo de elasticidad y densidad. En el Documento Básico Seguridad Estructural de Madera (DB.SE-M) se define los valores para cada clase resistente de madera aserrada, madera laminada encolada y tablero para uso estructural.

El sistema de clases resistentes en España categoriza la madera estructural basándose en su resistencia y rigidez. Esta normativa es esencial para asegurar la seguridad estructural y la calidad de las construcciones en madera. Las clases van desde la C14, para maderas con menor capacidad de carga, hasta la C50, para aquellas de mayor resistencia.

Obtención de la clase resistente

La asignación a una clase resistente se realiza tras un exhaustivo análisis que incluye ensayos mecánicos y visuales. Durante estos, se evalúa la densidad, los anillos de crecimiento, la presencia de defectos naturales y otros factores que influencian la resistencia mecánica de la madera.

Para cada lote de madera, se seleccionan muestras representativas que se someten a pruebas para determinar propiedades como la resistencia a la flexión, la compresión axial y la tracción perpendicular a las fibras. Estos valores se comparan con los establecidos en la norma para clasificar la madera en la clase correspondiente.

El pino silvestre es un claro ejemplo de madera estructural, siendo elegido por su abundancia y su gran adaptabilidad. En función de su calidad y de los resultados obtenidos en los ensayos, puede clasificarse en distintas clases resistentes, siendo las más comunes la C18 y la C24 para usos estructurales.

Las vigas macizas de pino silvestre son especialmente populares en la construcción de techos, tejados y exteriores, donde se requiere no solo resistencia mecánica sino también una estética cálida y natural.

Proveedores de madera estructural

La norma UNE-EN 338:2016l es un pilar fundamental en la construcción con madera en España, asegurando que la madera estructural cumpla con los requisitos de seguridad y calidad. Comprender y aplicar esta clasificación no solo es responsabilidad de los fabricantes sino también de los profesionales que diseñan y construyen con este material tan versátil como es la madera.

Madera estructural vigas

Este conocimiento técnico es vital para garantizar la elección adecuada de la madera en cada proyecto, asegurando construcciones seguras, duraderas y sostenibles. Si buscas un fabricante profesional de vigas de madera maciza, puedes contactar con la empresa Hijos de Daniel Gómez o si lo prefieres, puedes contarnos qué necesitas pinchando aquí y te ayudamos a encontrar proveedor.

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